juntada en barracas al sur

La segunda salida del grupo de croquiseros urbanos fue el barrio de Barracas al Sur

El que sigue es el texto de la convocatoria.

Pasaje Juan Darquier

"A poca distancia del Obelisco esta Barracas al sur. Barrio que parece alejado del ritmo de la ciudad porteña, con otros pulsos y otra acelaración. Da la impresión que ahora duerme una larga siesta en sus fachadas despintadas y sus veredas tranquilas. Se ve que hubo una época de esplendor y pujanza.Y es fácil imaginar otros tiempos, de actividad, por sus calles carros y camiones cargados de mercancías, galpones y depósitos repletos, hombres y mujeres de trabajo, dando aliento y vida a este paisaje de contexto bajo, con arboledas, espacios abiertos, a orillas del riachuelo. Al principio la realidad aparente no llama la atención con su bajo perfil, pero no bien uno se adentra en su tejido va descubriendo las riquezas, hay que caminarla un poco y aparecen los tesoros. Se me ocurre que este barrio es una gran reserva para Buenos Aires , hoy opera como un pulmón verde que oxigena, tal vez sea el desarrollo futuro de la ciudad, ya que su situación geográfica es privilegiada, toda una esperanza de una propuesta enriquecedora para Buenos Aires y sus futuros habitantes. Barracas es hoy como un jardín sin cuidar donde las plantas y enredaderas han adormecido la tarde en espera de un nuevo amanecer."

El grupo Coordinador.
Roberto Frangella, Coco Rasdolsky
Luciano Dimaio

El día elegido fue el sábado 11 de diciembre. A no más de 50 cuadras, en el barrio de Villa Lugano, ese día se estaban produciendo en el Parque Indoamericano un enfrentamiento de pobres contra más pobres, por la ocupación de tierras. Sensibilizado por lo que estaba ocurriendo, Roberto Frangella dudó de proseguir con la convocatoria. Razón tenía, pues los croquiseros tambien somos arquitectos y todo conflicto relacionado con la vivienda, nos toca de cerca.

Y tambien, porque ésta Buenos Aires que pretendemos redescubrir, no es solamente su arquitectura y su gente, sino tambien sus conflictos, y lo que estaba sucediendo en el Parque Indoamericano era bastante dramático. 

Por voluntad de los presentes, resolvimos no alterar nuestros planes y nos largamos a dibujar. Sin embargo, fue la naturaleza la que expresó la ultima palabra: una fuerte tormenta con copiosa lluvia, nos obligó a interrumpir nuestro trabajo. En el Indoamericano, el chaparrón tambien sirvió para calmar los ánimos. Una vez más, la naturalez fue sabia.